Nuevo gobierno y nuevos subsidios en Japón
Como era de esperar, una de las primeras resoluciones del nuevo gobierno salido de las elecciones generales del 31 de octubre ha sido la concesión de más subsidios a los ciudadanos, para que puedan hacer frente a las dificultades económicas provocadas por la pandemia y recuperar su capacidad de consumo. Se ha estipulado ya que las ayudas sean tanto en dinero en efectivo como en especie y que vayan dirigidas principalmente a los grupos más vulnerables, o con menos recursos, aunque algunas de ellas beneficiarán también a toda la población.
Más ayuda oficial en la pandemia
Así, el nuevo gabinete ministerial liderado por Fumio Kishida ya ha puesto en marcha un paquete de medidas de estímulo económico, con el que se pretende proteger, por un lado, a los colectivos más golpeados por la crisis, tales como estudiantes, trabajadores temporales y hogares con bajos ingresos y, por otro, a los menores —entre 0 y 18 años de edad— cuyas familias tengan unos ingresos inferiores a 9,6 millones de yenes anuales. Concretamente, está previsto que los primeros reciban un subsidio en efectivo de 100 mil yenes por persona, y los segundos una asistencia del mismo valor, otorgada al cabeza de familia a través de una fórmula mixta de dinero en efectivo y de cupones.
Aparte, y para cualquier ciudadano residente —sean cuales sean sus ingresos— está previsto el pago de hasta 20 mil yenes en “puntos de consumo” a los titulares de la tarjeta My Number —una tarjeta identificativa creada en 2016 para trámites administrativos, principalmente fiscales y sanitarios— por lo que aproximadamente el 30% de la población del país se beneficiaría directamente de esta medida.
Estas ayudas extraordinarias tienen en principio el doble objetivo de proteger a la población y de reactivar la economía, de manera parecida a como ya se hizo durante la primavera de 2020, cuando el gobierno concedió un subsidio de 100 mil yenes para cada uno de los habitantes del país, incluidos los extranjeros que estuvieran censados.
Con respecto al subsidio general a los portadores de la tarjeta My Number, se dice que la ayuda tendría como finalidad encubierta la difusión de esta controvertida tarjeta entre aquellos que todavía no la han solicitado —generalmente por temor a la perdida de confidencialidad de la información personal— avanzando así en la digitalización de la sociedad y en el control administrativo del ciudadano.
Una promesa electoral a los menores
Se conoce que el subsidio a los menores de edad había sido ya una promesa electoral del Partido Liberal Democrático (LDP o Jiminto) y de su socio de coalición, el partido Komei (Komeito), pero la han tenido que consensuar tras las elecciones por discrepancias en el objeto de las ayudas. Así, este último proponía una ayuda universal a los menores, sin límite máximo de ingresos familiares, pero ha acabado aceptando la propuesta del LDP para que sólo los hijos de familias con ingresos inferiores 9,6 millones de yenes anuales recibieran el subsidio (aproximadamente el 95% de los hogares de los inicialmente considerados). Se espera ahora que el subsidio alcance a unos 18 millones de niños y adolescentes.
Avance redistributivo y escepticismo
Estos subsidios serán una herramienta de ayuda social en estos tiempos difíciles, y encajan bien en el programa económico del primer ministro Kishida, nombrado por el mismo como “nuevo capitalismo”, por su propósito de redistribuir mejor la renta entre los ciudadanos, para reducir la desigualdad y las divisiones sociales, que han ido aumentando notablemente durante las últimas décadas, e impulsar también el consumo generalizado.
Sin embargo, algunos escépticos vaticinan un efecto muy discreto de estas medidas sobre el consumo y la economía, tal y como ocurrió con el subsidio universal del pasado año, y un nuevo aumento de la deuda nipona, que ya alcanza niveles estratosféricos.
